miércoles, 19 de enero de 2011

Síntesis y análisis del libro Contra Eunomio de Basilio, el ser de Dios

En el presente texto se expondrá a grandes rasgos la vida y obra de Basilio, como también se dedicarán algunas líneas para explicar algunos puntos del pensamiento filosófico que se presenta en el libro de Basilio que lleva por título Contra Eunomio.

Basilio es uno de los padres de la Iglesia del grupo llamado grandes capadocios, es parte de este grupo por tener las siguientes características: por ser procedente de Capadocia, región oriental del Asia menor, por ser miembro de una familia rica que le facilitó una gran formación intelectual, y por ser parte de una época en la que el cristianismo ya había sido reconocido oficialmente. Nació en Capadocia y fue obispo de la misma ciudad desde el 370, fue amigo de Gregorio Nacianceno. Basilio es uno de los pioneros que relacionó la filosofía o el saber pagano con el cristianismo, “no rechazó el saber pagano, pero advirtió que debía estar enteramente impregnado por el espíritu cristiano si se quería que fuera útil para la formación del hombre”.1 Basilio escribió Contra Eunomio utilizando algunos argumentos filosóficos relacionados con la naturaleza de Dios, al misterio de la Trinidad y a la forma del cosmos.

Para entender mejor el pensamiento de Basilio es necesario conocer algunos de los errores de Eumonio, pues Eumonio se interesaba y se afanaba por investigar la esencia se las cosas que no tenían relevancia, de los objetos inconsistentes, también por no exponer la naturaleza del ser de Dios con veracidad. Eunomio cae en un nominalismo al decir que las cosas se pueden reducir únicamente a pura pronunciación, esta cuestión lo lleva a errar en las bases de su propio pensamiento. Eudomio atemoriza a la gente sencilla al decirles que no ofrecen nada a Dios si no afirman que la ingeneración es la sustancia y esencia de Dios. Eunomio no sólo denomina como sustanciales o esenciales las características que le da a Dios en su categoría de ser, sino que obliga a la gente sencilla a creer estos accidentes o características superfluas, pues los amenaza de provocar la ira de Dios si no creen en estas afirmaciones de carácter accidental que él hace con relación al ser de Dios.

En el plano ontológico destaca notablemente la figura del ser de Dios, pues una problemática latente en la mayor parte del texto, es la que gira en torno a la procedencia y a la esencia de Dios mismo. Las definiciones o características que se le pueden dar al ser de Dios son sólo para que se entienda lo accidental de lo que es Dios, o en su defecto lo que no es Dios, “de esos nombres que se dicen de Dios, unos enuncian lo que es Dios, otros lo que no es”,2 más al dar las sentencias del ser de Dios se ha de tener cuidado en hacer sentencias indignas de su mismo ser, dice Basilio que “no hay ningún hombre que sea capaz de abarcar toda la naturaleza de Dios y de declararla suficientemente”.3

El problema que se plantea Basilio gira en torno a los accidentes y a las esencias, expone el caso de los accidentes del ser de Dios como características que otro ser inferior a Dios también puede llegar a tener, pues dice que “la sustancia no está entre esas cosas que no se hallan en Dios, sino que es el ser mismo de Dios”,4 no haciendo absoluta una característica accidental del ser de Dios por que se limitaría su mismo ser. Se puede decir que la bondad es una característica accidental de Dios, que también puede aparecer en otro ser inferior a Dios, pues “en el caso de Dios la razón de la esencia es común, como la bondad, la divinidad, o cualquiera otra denominación parecida; en cambio la hipóstasis5 aparece en la propiedad de la paternidad, o de la filiación”.6

Basilio trata poco el tema de la Trinidad con un enfoque cuantificacional, afirmando que “todo lo que es uno numéricamente no es uno en la naturaleza”,7 por que Dios no es uno numéricamente, sino uno en la naturaleza. respondiendo a la herejía innominada que no acepta las hipóstasis y rechaza el nombre del hijo de Dios.

En el plano epistemológico Basilio plantea que el conocimiento de la esencia de las cosas perceptibles a los sentidos se puede lograr después de un cierto trabajo de reflexión “las cosas que se dicen según esa manera de pensar, como consiste más que en palabras y en la pronunciación, se pierden o no disuelven a una con las palabras”,8 esto es por que el hombre puede buscar una forma de conocimiento más alto que el sólo sensible o nominal, un conocimiento mayor a el conocimiento que se adquiere por la capacidad intelectiva del hombre, no reduciéndose únicamente al conocimiento empírico, pues unas “cuantas cosas son conocidas por la sensación y presentan diversos aspectos inteligibles”,9 tal puede ser el caso del conocimiento de Dios.

La aportación de este texto en el plano antropológico es muy pobre pues sólo hace mención de la dualidad y unicidad del hombre, pues Basilio escribe que: “uno numéricamente al hombre; lo llamamos de hecho muchas veces uno, pero no es un ser simple, ya que consta de alma y cuerpo”.10 Por lo que se es posible hablar de que el hombre tiene también una esencia unitaria, con ciertas características esenciales, pues “cada persona existe en una verdadera hipóstasis”,11 y no únicamente en accidentes o características superfluas.

Debido a la brevedad de este libro y a su fuerte enfoque al problema del conocer el ser de Dios, resulta difícil encontrar aportaciones a la ética, al pensamiento social y al pensamiento político.


Bibliografía:

San Basilio,"Contra Eunomio" en Fernández, Clemente, Los Filósofos Medievales Selección de Textos, t. I, BAC, Madrid, 1979, pp. 98-105

Ferrater, Mora, José, “Basilio”, en Diccionario de Filosofía, t. I, Barcelona, Ariel, 2001, 957 pp.

Diccionario de filosofía, CD-ROM, Herder, 1996., Barcelona

1José Ferrater Mora, Diccionario de Filosofía, t. I, Barcelona, Ariel, 2001, p. 321

2 Fernández Clemente, Los filósofos medievales, t. I, BAC, Madrid 1979, p. 102

3Ibidem, p. 102

4Ibidem, p. 103

5Sustancia en Diccionario de filosofía, CD-ROM, Herder, 1996, Barcelona

6Ibidem, p. 105

7Ibidem, p. 104

8Ibidem, p. 99

9Ibidem, p. 100

10Ibidem, p. 104

11Ibidem, p. 104

1 comentario:

  1. A grandes rasgoo es un trabajo, con buena dicción, ya que noto la utilización de varias fuentes para dar mejor cuerpo a tu escrito. la forma de ir desglosando tu presentación, me parece buena pues tratas de no ir al margen sino al tanto, lo que lleva a ir poniendo las líneas básicas. Utilizaste, lo idóneo para darle mayor claridad y plasmar lo que el pequeño texto (como mencionas) te permite expresar.

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