viernes, 28 de junio de 2013

Inocencio III, el Papa que salvó a la Iglesia Católica



Esta es la historia de Inocencio, un hombre inteligente y astuto que mediante el engaño y su imagen de calidez logró unir a la cristiandad en una sola Iglesia. Para tal propósito tuvo que “conciliar” y asesinar a musulmanes, herejes y príncipes infieles. Todas sus acciones y atrocidades fueron justificadas por haber logrado la libertad de la Iglesia Católica Romana de la invasión del Imperio germano. No sólo logró convencer a la cristiandad de ser el sucesor de San Pedro sino el representante de Jesucristo en la Tierra. Sin embargo, el poder que concentró para consolidar el Estado Pontificio en Roma, fue el mismo que lo llevó a su decadencia y a ser víctima de sus propios seguidores, los cuales promovieron su muerte.

El sueño de Inocencio, la novela histórica de Gerardo Laveaga, narra la vida de Lotario de Segni, un destacado estudiante de teología de la Universidad de Bolonia, Italia, en el año 1198 a.c., quien cuestionaba a su magister, Huguccio de Pisa, ¿Quién era más poderoso, el Emperador o el Papa? Una pregunta difícil de contestar debido a que en ese tiempo el emperador Enrique VI había mandado asesinar al Papa Gregorio VII y la Iglesia Católica estaba a punto de ser absorbida por el Imperio germano.

Lotario, hijo de una familia acomodada, vivió su vida en un dilema: asumir el cargo como príncipe de la familia Segni o seguir con su carrera eclesiástica y entregarse por completo a la Iglesia y al Dios todopoderoso. Durante su vida como universitario conoce una hermosa y atractiva joven de nombre Bruna, la cual estaba vinculada a los llamados cátaros del sur de Francia, quienes eran considerados por la Iglesia como herejes. Lotario se enamoró de Bruna y con ella experimento los placeres de la vida terrenal. No obstante, hubo una ruptura de pareja luego de que Iglesia en su lucha contra la herejía arrasara con poblados y asesinara  a la familia de Bruna. No fue la única mujer en la vida de Lotario, también otra dama de nombre Otolina, tuvo su incidencia en su corazón y sus decisiones.

Tiempo después, Lotario conoce a un monje erudito de nombre Ángelo,  con el cual compartió vivencias en su formación como diácono, así como aventuras con mujeres propias de jóvenes bien parecidos. Ángelo tuvo una fuerte influencia en los pensamientos y acciones de Lotario.  Los textos de la Ética y la Metafísica de Aristóteles así como las Meditaciones de Marco Aurelio, que en ese tiempo eran prohibidas por la Iglesia, formaban el repertorio de textos clásicos de Ángelo, ávido lector de San Agustín. Sin embargo, luego de unos años Ángelo falleció a cusa de un ataque de un lobo durante sus recorridos por los bosques de Europa, pero su pensamiento y sus recuerdos quedaron para siempre en la mente de Lotario.

Pasaron los años y el Papa Clemente III; viejo, cansado y a punto de morir, veía como la Iglesia Católica perdía territorio e influencia en Europa y su capacidad de maniobra en la Guerra Santa en Medio Oriente. Era momento entonces de elegir a otro Papa. Mientras tanto, Lotario ya contaba con una experiencia como asesor del pontífice debido a sus vastos conocimientos, capacidad diplomática y de interlocución con otros principados. Estas cualidades, los buenos resultados obtenidos así como las aportaciones que la familia Segni otorgaba de manera permanente a la Santa Sede, fueron puntos a favor para que Lotario fuera tomado en cuenta como candidato a nuevo Papa. Antes de morir, Clemente III encomienda a su sobrino (Lotario) la titánica tarea de salvar a la Iglesia Católica. Lotario de Segni y Juan de Salerno son los candidatos que disputan el mando de la Santa Sede. La pregunta fue: ¿Cómo reconstruir la autoridad de la Iglesia? Y la mejor respuesta la tuvo Lotario: “la amenaza para la cristiandad no son los musulmanes o infieles, sino la ambición de los príncipes cristianos”[1]. Con esta maniobra política y argumentativa, Lotario demostró a los Obispos de todas las regiones de Europa que él cumplía a cabalidad con el perfil del nuevo Pontífice. Fue así como Lotario de Segni se convirtió en Inocencio III, retomando la memoria histórica de sus antecesores pontífices  Inocencio I y II; y desde luego, como un homenaje a su amigo Ángelo recordando sus palabras:

“Inocencio. Es un nombre engañoso. Una careta de calidez. Además, el Papa que reinaba cuando Alarico saqueó Roma, cuando más desorden hubo en el mundo, se llamaba Inocencio. La Iglesia se desmoronaba, como ahora, y él consiguió que subsistiera a pesar de todo, que se fortaleciera ante el embate de sus enemigos… Me gusta lo que representa. Luego hubo otro Inocencio, igualmente astuto, pero menos espectacular, que se enfrentó a un nuevo cisma. Inocencio es un nombre que conjura la desunión.”[2]


Siguiendo con las enseñanzas de su magister, Inocencio tenía claro que “el Derecho se ha concebido para justificar las decisiones del más fuerte (…) y sólo es útil cuando las dos partes tienen la misma fuerza”[3], en este caso era necesario equilibrar la fuerza de la Iglesia con la del Imperio Germano. Para lograr este objetivo, Inocencio III hizo maniobras políticas e intervino en la elección de principados a favor de Roma, reformó  los Estatutos de la Iglesia; modificó el Credo inculcando no sólo creer en un “solo Dios Padre Todo poderoso, creador del cielo y de la tierra sino de todo lo visible e invisible”[4]. Todo esto con un solo fin: acumular aliados para abrir frentes de guerra contra los cátaros, musulmanes y el desde luego, contra el emperador germano Felipe VII.

Según la interpretación que Inocencio hizo de San Agustín, el pontífice no violó  el quinto mandamiento: “No mataras” en las masacres realizadas en Laguedoc, región del sudeste de Occitiana, Francia, debido a que fue en nombre de Dios. Además, Inocencio III “predicaba la existencia de un Dios, pero en la práctica necesitaba dos: uno para justificar el bien y otro –el demonio- para justificar el mal”[5]. Incluso el Papa llegó a decir que “los cátaros no estaban del todo equivocados (…) lo cómodo, lo verdaderamente cómodo, sería que Dios existiera. Sólo tendría que ponerse en sus manos. Dejárselo todo a Él. Pero el problema, lo sabía era suyo. No del diablo, ni de Dios”[6].



Después de años de persecución, matanzas y guerra contra los enemigos de la Iglesia, Inocencio logró recuperar los territorios de los Estados Pontificios y centralizar el poder en Roma. Pero su ambición de unir a las iglesias de Occidente y de Oriente, lo llevó a invadir Constantinopla, este hecho le trajo repercusiones y contradicciones entre sus aliados, quienes se sentían utilizados por la Iglesia y las maniobras del Obispo de Roma. Así  comenzó la decadencia de Inocencio III, entre disputas de poder de sus allegados.

Viejo, cansado y enfermo, Inocencio III tenía alucinaciones y su conciencia no dejaba de recordarle la traición a sus ideales de joven universitario, pero sobre todo la traición a su entrañable amigo Ángelo, a quien juró luchar por un mundo mejor y más justo.  Inocencio III quiso “rectificar” el camino recorrido por la Iglesia y remendar los abusos y errores cometidos en nombre de Dios. Sin embargo, sus allegados  más cercanos encabezados por su sobrino Ugolino -un Obispo inteligente y astuto- consideraban que el Papa ya no podía seguir al frente de la Iglesia y era necesario preparar su relevo por sus incoherencias y alucinaciones. Un día después de muchos años, inesperadamente volvió Bruna, la amante de juventud de Inocencio, ya no era la joven atractiva y hermosa, pero seguía  siendo la persona más crítica contra la Iglesia y las acciones de Inocencio. Luego de las reclamaciones al Papa, Bruna le dio de beber una sustancia diluida en agua que lo durmió para siempre. El plan de Ugolino y su grupo se llevó a cabo con éxito.
Finalmente, Ugolino tomaría las riendas de la Iglesia Católica y estaba convencido de seguir con la lucha cristiana. Fue entonces cuando recordó las palabras de Inocencio III: “la verdad como platicamos hace tanto tiempo no existe. Por eso tengo que inventarla todos los días para tantos desdichados. Ellos la necesitan para alcanzar la felicidad”[7].





[1] Laveaga Gerardo, El sueño de Inocencio. Ascenso y caída del Papa más poderoso de la historia, Ed. Planeta, 2006, México DF., p.125.
[2] Ibid., p.167
[3] Ibid., p. 50
[4] Ibid., 369
[5] Ibid., p.300
[6] Ibid., p.301
[7] Ibid., p.245

sábado, 22 de junio de 2013

El arte gótico



“Finalizaba el siglo XII y las cosas estaban cambiando. Aumentaba la población, crecían las ciudades. Mejoraba el estatus de los hombres y se transformó el estilo arquitectónico. El pueblo quiso demostrar su amor a Dios ofreciéndole iglesias decoradas, esbeltas que contrastaban con las robustas y austeras del románico. El hombre quería acercarse a Dios, en un deseo de rozar al Señor.”[i]
Francia es cuna del gótico “la primera catedral es la de Sens; la primera Abadía, la de Saint Denis; las primeras esculturas las de las fachadas occidentales de Saint Denis y Chartres.”[ii] Responsables de éstas principalmente son los Obispos Enrique de Sens y Godofredo de Chartres, el abad Sugerde Saint Denis, entre amigos cercanos de ellos. Es la representación de toda una renovación cultural, se crean las universidades; la burguesía permite el acceso a la cultura para los laicos; los artesanos comienzan a trabajar de forma independiente.

“El gótico no fue una moda pasajera. Detrás de un cambio de estilo- en este caso del románico al gótico- hay siempre un cambio en la concepción del hombre una nueva visión del mundo. .. Son característicos de la arquitectura gótica: el arco ojival, los arbotantes, los contrafuertes y la bóveda de crucería.”[iii]
El estilo gótico ya a finales del siglo XII y todo el XIII permite representar ya sea por accidente o por la intención simbólica por la cual puede ser explicada, la inmaterialidad de la iglesia o que sus bases no sean materiales sino metafísicas. Y que estas luces de colores son el sostén primero de la iglesia y no son muros, y dan a conocer una parte celestial a su público, creando el ambiente en el cual el exterior no existe y sólo se encuentra esta divinidad o poder al cual hay que temer y bajo el cual también estaremos cobijados.
Ahora, ¿por qué mencioné que esto pudo ser un accidente? Hubo una redistribución del uso de puntos de presión a través de la bóveda de crucería, lo cual da una apertura de vanos entre los pilares, eliminando el muro y dejando lo básico de la estructura. Esto que era tanto una solución como un problema, pues los muros ya no eran necesarios con este sistema sin embargo se debían cerrar de alguna manera,  recurriendo al uso de ventanales que provocaban esta iluminación de colores, dotando de un significado que bien pudo ser buscado en la iglesia, de la luz como símbolo y sustento de la iglesia, imagen de Dios que no es solo representada artísticamente por el hombre sino que descompone la luz natural debido a la cristalería y que bien podría formar parte de la tradición de los claritas que tiempo después retomará Ficino.
‘En ningún sitio antes o después, la vidriera a desempeñado un papel semejante en una composición arquitectónica, concebida en función del efecto coloreado y luminoso, donde se unen todos los temas maravillosos del simbolismo de la luz’[iv]
Además de su gran elevación la cual produce al espectador una altura mayor de la que en verdad posee, creando este efecto de vértigo, de magnificencia ante el cielo y a su vez de terror de un derrumbamiento o fulminación divina. Sin embargo las obras arquitectónicas rara vez eran concluidas debido a la falta de presupuesto, la muerte del obispo que la había mandado a realizar, por la muerte del arquitecto o alguna epidemia que causaba estragos entre la mano de obra. Tras un largo tiempo se llegaban a retomar las obras, unas veces por los hijos  de los constructores y otras por los nietos de los primeros constructores.
En el arte gótico o su historia también se inicia una de las fantásticas historias que aquí no se hablara sin embargo debe darse la pauta, pues los constructores de estas magnificas obras arquitectónicas  llegan a ser conocidos como masones, albañiles, uno de los gremios mejores organizados, y por consiguiente más organizados, sin embargo en el texto manejado sólo se dice que los masones toman el vocabulario especializado  empleado en la logia y las marcas de albañilería . Sin embargo a través de este oscuro comienzo se han construido mitos debido a los secretos que debieron tener como en cualquier oficio pero que iban desde la aplicación de la física a la conservación y aplicación de las pinturas, y tal vez hasta albergar el secreto de la piedra filosofal como trata Fulcanelly en su libro  El misterio de las catedrales.


Con todo este desarrollo cultural inicia cierta marca de la autoría, y con ello una resignificación de la individualidad, los artistas comienzan a firmar sus obras. Los albañiles grababan su marca para hacerse responsables del trabajo realizado. Estas marcas pasan de padres a hijos. Y con el tiempo éstas se hacían más complicadas pues la logia no permitía que estas se repitieran, la logia se llamaba al taller donde se trabajaba y también se daba este nombre al tribunal de albañiles bajo la autoridad del maestro albañil.
Y para la construcción que le era asignaba al maestro albañil se ponían bajo su cargo , una vez dada la aprobación el obispo, al maestro de obras, a los artesanos (carpinteros, albañiles picapedreros, hojalateros, escultores, etc) Comenzando así la gran labor de la catedral que no siempre era terminada por él o ellos y que en ocasiones debía esperar varios siglos para llevar a su conclusión y con ello cambiando diseños que el primer maestro pudo no estar de acuerdo. Así que si visita una de estas  catedrales góticas piense un poco todo lo que implican desde la cultura y símbolos que poseen hasta la gran técnica y conocimientos empleados en ella.









[i] Templos, Apoteosis del Gótico Europeo,Ediciones SM y Unesco,1991, pág 4

[ii] Ibídem

[iii] Ibíd., Arte gótico, pág. 8


[iv] Grodecki (1951) pag 45







Bibliografia:

Victor Nieto Alcaide, La luz, simbolo y sistema visual, La luz y el espacio gotico, III edición en cuadernos de arte catedra. 1985
Templos, Apoteosís del gótico Europeo,Ediciones SM y Unesco, 1991.

El diablo en el cristianismo primitivo



Para iniciar este discurso  que se aclare para no tener confusiones con estas similitudes de palabras, las posibles relaciones que uno podría hacer desde un punto de vista no filológico y creer  que como tienen un parecido  una tiene que ver con otra  debido a que  provengan de la misma raíz, y este es un comentario que hace Burton Russel en su prefacio de El príncipe de las tinieblas.

" No existe ningun nexo etimológico entre las palabras inglesas Devil y evil, ni tampoco entre devil y la raíz indio-europea dev que se observa en devas o en inglés divine.  El inglés Devil, como el teufel alemán y el Diablo español, se derivan todos del griego diabolos, que quiere decir "calumniador", "perjuro",  o un adversario" en la corte. Este nombre fue aplicado por primera vez del Diablo en la traducción del Antiguo testamento (siglos II y III a. C.) en correspondencia con el hebreo Satán, que significa "adversario", "obstaculo" u "oponente". " [i]

Así vemos dos principales etimologías  del diablo; el griego  diabolos con los significados ya dichos y del hebreo  Satán, sin embargo estos dos no han quedado libres ni puros en el transcurso de su historia. Ya en el tercer siglo de nuestra era nace el nombre Lucifer de la asociación del gran príncipe, Isaías 14, la estrella de la mañana quien cayó desde los cielos debido a su orgullo. Los bizantinos creían también que el Diablo era una criatura de Dios, que los demonios eran ángeles que habían caído por su orgullo. Y que nos tentaban para alejarnos de Dios. Sin embargo esta tradición principesca se unía a otra de Oriente con influencias de Iran y de la India.

"Los demonios derivaban de espíritus malignos menores del Medio Oriente, mientras que el Diablo derivaba del mal'ak hebreo, la sombra del Señor y el principio mazdaísta de la maldad." [ii]

Así se empieza la construcción de Lucifer príncipe de los demonios que eran espíritus malignos aunque éstos no estaban asociados a él en un principio sino a otros dioses mayores que llegaban a estar establecidos dentro esta jerarquía de demonios. Sin embargo recordemos que el cristianismo surge en medioriente de donde podemos pensar que se retomo esta variedad de demonios malignos de los que podemos pensar había toda una jerarquía en la India e Iran en donde eran conocidos como devas o daevas.

Una tradición helenística tardía clasifico a todos los espíritus malignos como daimonia, "demonios", en donde Satán entraría en la clasificación. Ésta fue la primer fuente de confusión y la segunda se refiere a la tradición hebrea de los ángeles caídos. Malakim hebreos, o ángeles, ocupaban un espacio en la cadena entre Dios y la humanidad, tal como los daimonia.


Solo cuatro religiones tienen una unica figura del diablo: el mazdaísmo( zoroastrianismo), la religión hebrea antigua (no así el moderno judaísmo), la cristiandad y el islam. Antes de éstas no se halla en las antiguas religiones greco-rromanas, ni en el hinduismo o budismo una  personificación única del mal, así como en las religiones antes mencionadas.

Considérese que ninguna religión puede verse como una fuente de pureza ni siquiera los judíos que parecen haber querido mantenerla lo más “original” posible también  ellos han tenido influencias de otras partes, y no se quiera observar un mismo grupo judío desde el principio de los tiempos sino una particular diáspora y que la comunicación entre judíos y cristianos no fue intensificada y prohibida hasta el XII. Así el concepto de diablo se ha desarrollado en diversos contextos aunque  hasta  ahora solo he hablado y hablaré del comienzo del concepto del Diablo en el cristianismo primitivo.

"El término "principe" (archon) para designar al Diablo siempre se contrasta con el de "Señor" (kyrios)  que se designa para nombrar a Cristo." [iii]

Es prudente observar que Cristo es Señor mas no Señor de Señores como lo podría o es Dios, así creo cuando se da esta oposición no se da entre la representación del Dios cristiano en contra de el Diablo, príncipe de las tinieblas sino entre Cristo y el Diablo. Siempre conservando la distinción  entre el Señor y el Señor de señores pues uno es incognoscible, eterno y el otro cognoscible y mortal, sin embargo esto será tema de discusión en diversos concilios sobre que tanto era humano y divino Cristo.

Sin embargo el Diablo también entra en esa misma oposición como sombra y contrario a Dios, entonces el Diablo es igual que Cristo, cognoscible,  mas no mortal. En el Libro de Apocalipsis dice que el Diablo está encadenado como consecuencia del acto redentor de Cristo, pero que será liberado cuando se aproxime final de los tiempos. En la segunda venida, Cristo encadenará  a Satán por mil años y luego de los cuales Satán volverá para ser finalmente destruido. Esta dinámica es meramente cristiana y desarrolla un papel importante en todo el primer milenio.

Sin embargo en la tradición judía  están las aggadah, historias morales, leyendas, sermones, dónde el Diablo llamado Sammael más a menudo que Satán  es usado por Dios para probar los corazones. Las leyendas judías registran detalles sobre Satán o Sammael, por ejemplo que tiene doce alas; está cubierto de ojos; es hirsuto como una cabra; puede cambiar su forma a voluntad; es un ángel rebelde que la humanidad solo puede vencer siguiendo la tora.

La tradición judía parece tener más influencia en la tradición cristiana que a la inversa, y es que la problemática de el Diablo como un ente independiente de Dios, como su opositor y a su vez como igual a él es algo que no queda esclarecido en ninguna tradición y menos cuando se mezclan como es el caso del cristianismo que al tener que extenderse debe ir adoptando ideas.


[i] Jeffrey Burton Russell, El príncipe de las tinieblas, El poder del mal y del bien en la historia, Editorial Andrés Bello, Chile, Pág. 20
[ii]  Ibíd., Cristo y el poder del mal, Pág. 67
[iii] Ibíd., Cristo y el poder del mal, pág. 65

viernes, 21 de junio de 2013

El oficio de la caballería



"Así como los jueces tienen el oficio de juzgar; así los caballeros tienen el oficio de mantener la justicia." [i]
Oficio porque se aprende, se enseña y es requerida su enseñanza desde el principio. Porque se aprende a ser noble y no se es noble sólo por nacimiento, porque el caballero se ve en la dificultad de defender la justicia, no debe ni puede abusar de ella porque hacerlo va contra el oficio de la caballería.
El caballero poseía una función política que no dejaba de tener su relación con la religión debido a que el caballero era también un siervo de Dios, y puede pensarse en él de una manera cómica como un monje-guerrero.
Al pensar en el caballero, Lulls se refiere al ideal de la caballería que podrá diferir del caballero de la literatura vernácula. En El orden de la caballería ofrece los puntos principales para el oficio de la caballería y cuáles son las funciones principales de esta.
"Es oficio de caballero, cabalgar y moderarse; correr lanzas; concurrir con armas a torneos y justas; hacer tablas redondas; esgrimir; cazar ciervos, osos, leones. Éstas y otras cosas semejantes son del oficio de caballero; porque por estas cosas los caballeros se acostumbran a los hechos de armas y a mantener el orden de caballería."[ii]
Se debe estar en constante ejercicio de las armas porque la función del caballero parte de ejecutar la justicia con sus manos, con la fuerza y por ello es necesario mantenerse en forma. Podría pensarse alguna relación con el actual poder ejecutivo que debe defender al pueblo de las injusticias aunque también protegerlo de sí mismo. Sin embargo el caballero también debe cumplir la función de  muro entre el rey y el vasallo (situación que rara vez sucede). Debe defender el abuso que pueda darse de un poder más alto, ya sea este el rey o un caballero que esté por encima de él, y a su vez imponer el temor entre los aldeanos para que no se den conflictos entre ellos y si llegan a acontecer terminen rápidamente en ocasiones con la simple presencia del caballero. Así el caballero posee su parte maquiavélica pues le es preferente ser temido que amado en su cumplimiento de la justicia.
"Y así como los clérigos, por su honesta vida, por buen ejemplo y por ciencia, tienen orden y oficio de inclinar a las gentes hacia la devoción y la buena vida, en tal guisa los caballeros, por nobleza de ánimo y por fuerza de armas mantienen el orden de caballería, inclinando a las gentes a temor; por el cual temen los hombres injuriarse mutuamente los unos a los otros." [iii]

No cualquiera podía ser caballero, la nobleza a la que se refiere Lulls puede ser obtenida de dos maneras una naciendo en una cuna en la que se tengan los medios para ser caballero; caballo, castillo, tierras. Pero otra es el volverse caballero a través del buen servicio a otro caballero o alguna persona de la nobleza. Para el primero era más fácil el acceder al honor de la caballería justo con sus beneficios sin embargo se necesita de la educación que se ha mencionado anteriormente. Y sin embargo se requiere de ambas noblezas tanto de las de espíritu como de las que disponía alguien con privilegios.

"El caballero sin caballo no conviene con el orden de caballería; así tampoco escudero sin nobleza de ánimo conviene al orden de caballería; porque la nobleza del ánimo y del valor, es el principio del orden de caballería, y en el orden es perseguida la vileza del ánimo."[iv]

Para volverse caballero se debían cumplir ciertos rituales además de la educación y tener los recursos materiales para volverse caballero. A pesar de que los rituales no sean tan necesarios Lulls menciona su gran conveniencia,  pues los rituales mencionados son de paso de ser escudero a caballero, es decir de ser ayudante del caballero a volverse un caballero; poseer los derechos  y deberes que esto implicaba: dar justicia, tener una tierra, un caballo, una lanza, una espada la cual tiene un simbolismo cada cosa que use el caballero.


"Al caballero se le da una espada; la cual es labrada en semejanza de cruz, para significar que así como nuestro Señor Jesucristo venció a la muerte en la cruz, en la cual muerte habíamos caído por el pecado de nuestro padre Adán; de esta manera el caballero debe vencer con la espada, y destruir los enemigos de la Cruz."[v]

 Y como  ser caballero implica también el servicio a Dios, por ello se deben de cumplir con cuestiones referentes a ser un buen cristiano católico. El caballero debe estar de acuerdo con 14 articulos, los primeros 7 respecto a la divinidad y los segundos 7 con respecto a la humanidad

"Los siete sacramentos de la Santa Iglesia son éstos: bautismo, confirmación, sacrificio  del altar, penitencia de los pecados, órdenes que el obispo confiere al que hace presbítero, diácono y subdiácono, matrimonio, unción." [vi]



"en el cual sean recordados los trece artículos que son el fundamento de la Fe; los diez mandamientos de Dios; los siete sacramentos de la Santa Iglesia; y demás cosas tocantes a la Fe." [vii]

Estando de acuerdo con los mandamientos del cielo y la justicia terrenal el caballero podrá formar parte de la sociedad ejerciendo más que nada un papel de mediador y ejecutador de la justicia ya sea entre cielo y tierra o entre dos poderes terrenales como lo serían otros caballeros de mayor rango o entre la gente que debe defender y que comete injusticias.

"Después que el caballero espiritual y el caballero terrenal han cumplido sus oficios respectivos, el caballero novel debe montar a caballo y mostrarse a la gente, a fin de que todos sepan que es caballero, y que se ha obligado a mantener y defender el honor de caballería; porque cuanta más gente sepa que es caballero, mayor freno habrá el novel caballero, y más difícil le será faltar en las cosas de la vida con el orden de caballería.
13. Aquel día se debe celebrar una gran fiesta, dar convites, celebrar justas y otras cosas convenientes a una fiesta de la caballería."[viii]


[i] Ramon Llull, Libro del Orden de la caballería, Clásicos para Ars ,Pagina 12
[ii] Ibíd.,  pág.12-13
[iii] Ibíd., página 9
[iv] Ibíd., pág. 19
[v] Ibíd., pagina 26
[vi] Ibíd., página 24
[vii]Ibíd., pagina 24
[viii] Ibíd., pagina 25