En este apartado tratará acerca de lo que es la cosa y lo que es el signo, en base a esto mencionará al hombre como ambas, pero no solamente se basa en cual nos situamos, sino en el uso que se le debe dar a las cosas para alcanzar un más allá de las cosas temporales, como son: las espirituales y las eternas.
“Todas las instrucciones se reducen a la enseñanza de las cosas y signos. Mas las cosas se conocen por medio de los signos.”[1] Como nosotros entendemos el signo en que Jesús en la cruz representa el amor que nos tiene, ahora bien el hombre por medio de cosas como lo que es un corazón, una rosa, intenta dar a conocer un signo, las cuales intentar dar representar el amor. Pues San Agustín nos dice que: “signos, es decir, a todo lo que se emplea para dar a conocer alguna cosa”.[2]
San Agustín nos dice que “unas cosas sirven para gozar de ellas, otras para usarlas y algunas para gozarlas y usarlas, [...] nosotros que gozamos y usamos nos hayamos situados entre ambas.”[3] Dios nos ha dado la capacidad de sentir, transmitir, expresar la felicidad, el amor, etc. y así como signos del amor de Dios, es transmitirlo y entusiasmarse por ser y buscar las cosas de Dios y no basarnos en un “amor de las cosas inferiores, nos retrasamos o nos alejamos de la posesión de aquellas que debíamos gozar una vez por obtenidas”[4], por lo que las hace banales, de tal modo que debemos esforzarnos por una búsqueda del amor pleno lo cual todos son dignos de obtenerlo.
Por lo cual nuestra vida ha sido para ser cosas y signos del amor de Dios, “nos dirigimos a Dios en esta vida mortal, si queremos volver a la patria donde podemos ser bien aventurados, hemos de usar este mundo, no gozarnos de él, afín de que por medio de las cosas creadas contemplemos las invisibles de Dios, es decir, para que por medio de las cosas temporales consigamos las espirituales y eternas.”[5], es así que nos debemos centrar en cuerpo, alma y mente en una sola cosa, nuestra vida. Orientada hacia la perfección pura, en la cotidianidad de nuestras acciones en este mundo.
Ahora que “ciertamente, gran cosa es el hombre, pues fue hecho a imagen y semejanza de Dios, no en cuanto se ajusta al cuerpo mortal, sino en cuanto a que es superior a las bestias por excelencia del alma”[6], pero esto no lo es el todo, en base al amor que puede dar y recibir, no debe de caer en un narcisismo, ya que “si se ama a sí mismo por sí mismo no se encima hacia Dios.”[7], por lo que si se ama es amarse por el otro, sin perder a Dios, como dicen las Sagradas Escrituras: amarás a tu prójimo como a ti mismo; pero a Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con toda tu alma, con todo tu entendimiento.
Por lo tanto el hombre como cosa, es lo que sirve para transmitir el signo del amor, un amor verdadero que trasciende y busca el bien del alma, el encuentro con Dios.
- San Agustín, “sobre la doctrina cristiana”, I, 616, en clemente Fernández, los filósofos medievales. Selección de textos I Filosofía patrística. Filosofía árabe y judía, Madrid, BAC, 1979.
- Biblia.
[1] San Agustín, “sobre la doctrina cristiana”, I, 616, en clemente Fernández, los filósofos medievales. Selección de textos I Filosofía patrística.
[2] Ídem, San Agustín, “sobre la doctrina social”, I, 616, en Clemente Fernández, Los Filósofos Medievales…
[3] Ídem, San Agustín, “sobre la doctrina social”, I, 616, en Clemente F…
[4] Ibídem.
[5] Ibídem. San Agustín, “sobre la doctrina social”, I, 618, en Clemente F…
[6] Ibídem. San Agustín, “sobre la doctrina social”, I, 620, en Clemente F…
[7] Ibídem. San Agustín, “sobre la doctrina social”, I, 621, en Clemente F…
Me parece un texto muy interesante y profundo. solo una pregunta: ¿La esencia del hombre se vuelve objeto o cosa? si parte de la definición como signo.
ResponderEliminarCon tu texto entiendo que la ética del hombre consiste en ser signos del amor de Dios, evitando el narcisismo y los placeres y buscando alcanzar la unión con Dios. No me queda claro el concepto del hombre como cosa, pues lo defines como “lo que sirve para transmitir el signo del amor” pero no alcanzo a percibir concretamente como es que el hombre es cosa.
ResponderEliminar