Nos encontramos en una época donde la Iglesia quiere dar a entender la libertad o el libre albedrío del ser humano, sobre el amor tan grande de Dios que no se puede entender en su totalidad. Por mucho que uno lleve una vida tratando de imitar la persona del Hijo de Dios como nuestra visión a la perfección. Para entender a Dios, sólo se nos muestra uno de sus destellos como entendimiento hacia a Dios, pues aunque Él se da a sus elegidos como el todo, más sin embargo como hombres “a imagen y semejanza de Él”; como se menciona en las Sagradas Escrituras, sólo podemos contemplar el mínimo, en base a nuestra experiencia, y podemos darlo a conocer por nuestra vivencia, del Dios que vive en nosotros que se da por completo y que no lo conocemos por completo. Y es que en el amor tan grande nos da la libertad tanto de hacerlo nuestro como de ignorarlo, por lo cual será lo mismo al transmitirlo, siempre en cuanto a la relación espiritual con Él. “Dios es incomprensible e inescrutable, Él es mucho superior al pensamiento, es dar a entender la luminosidad y esplendor del sol al percibir una chispa,”1 aunque no importando que no se comprenda en su totalidad no implica un abandono en darlo a conocer, sino es mencionarle para contagiar a los demás para conocer mas de Él.
El hombre piensa por naturaleza e intenta conocer la verdad dando una respuesta lo más acertada a la realidad, por tal motivo el querer comprenderse como “materia” le da pie a desemvolverse en su infinita capacidad de pensar y de razonar, haciendo que se cuestione en esa época que hay algo más y mejor que él y ese es Dios, es en donde surge por este medio de la razón el querer conocerlo, llevándolo a una herejía y separación o a un entendimiento y unión, lo que por otra parte en base a su seguimiento, es que se da cuenta de la libertad que se le ha sido otorgada para realizar su vida y coincide en su ser que en base a las acciones que realice se formará su ser ; “al alejarse del bien es lo mismo que afincarse en el mal, pues el mal es la carencia del bien,”2 esto es en base al tomar decisiones sobre su vida, haciendo esta elección un conocer la verdad, porque Dios es amor es bien, es el cambio de una vida cotidiana.
Orígenes hace una comparación entre el animal racional y el animal irracional, en base a sus movimientos, que lo impulsa a hacer las acciones, en nuestro caso la razón, que es una gran comparación de tener esta ventaja, que forma parte de nuestra vida, la vida del ser humano, en este caso “la facultad de elegir” en base a lo que a experimentado, haciendo mención a la frase “hay cosas del corazón que no entiende la razón” Orígenes lo ve desde este punto de vista: algo así como si se tratase de ciertas causas ante un juez que se sienta en el tribunal del corazón, y se presentasen las razones de una y otra parte, para que, una ves oída la causa, se dé sentencia conforme a la razón,3 mencionando que no siempre la razón va a ser respuesta de nuestra búsqueda y nuestra facultad de elegir, en este sentido es saber cambiar de forma de vivir y no quedarse con el pasado, es saber perdonarse y afrontar nuevas realidades, es dar un cambio que la razón no entiende hacia una conversión en búsqueda del bien, el bien de Dios.
Por lo cual que al ver como el hombre busca conocer la verdad absoluta, Orígenes muestra que no se puede encontrar en su totalidad, pero si entender parte de Él y dar respuesta del ser supremo, en base a nuestro ser que piensa, siente y actúa buscando el bien, pero no es cualquier bien sino el bien de Dios que nos a dejado para entenderlo aún mejor a través de su Hijo Jesucristo.
Bibliografía
Orígenes, "Sobre los principios" en Clemente Fernandez, Los Filósofos Medievales. Selección de textos I Filosofía patristica. Filosofía árabe y judía, Madrid, BAC, 1979, pp. 71-81.
Cfr. Orígenes, “Sobre los Principios”, I, 121, en Clemente Fernández, Los Filósofos Medievales. Selección de textos I Filosofía patristica. Filosofía árabe y judía, Madrid, BAC, 1979.
2 Cfr. Orígenes, “Sobre los Principios”, II, 133, en Clemente Fernández, Los Filósofos…
3Ibidem, Koetschau,o.c., PG.11,250B-254A, en. Orígenes, “Sobre los Principios”, de Clemente Fernandez, Los Filósofos Medievales[...] lb.III, 140.
Bibliografía
Orígenes, "Sobre los principios" en Clemente Fernandez, Los Filósofos Medievales. Selección de textos I Filosofía patristica. Filosofía árabe y judía, Madrid, BAC, 1979, pp. 71-81.
Cfr. Orígenes, “Sobre los Principios”, I, 121, en Clemente Fernández, Los Filósofos Medievales. Selección de textos I Filosofía patristica. Filosofía árabe y judía, Madrid, BAC, 1979.
2 Cfr. Orígenes, “Sobre los Principios”, II, 133, en Clemente Fernández, Los Filósofos…
3Ibidem, Koetschau,o.c., PG.11,250B-254A, en. Orígenes, “Sobre los Principios”, de Clemente Fernandez, Los Filósofos Medievales[...] lb.III, 140.
No encuentro claramente la división de las líneas básicas.
ResponderEliminarProcura mencionar el autor de las frases, sobre todo si estás citando textualmente, por ejemplo: “hay cosas del corazón que no entiende la razón”.
No creo que la razón pueda ser un objeto de búsqueda en este caso, más bien creo que la razón puede ser el camino a utilizar para llegar a algún otro conocimiento.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDe acuerdo al texto de Orígenes, veo que se manifiesta la línea antropológica, pero no me queda clara la diferencia de animal racional e irracional que se maneja dentro del texto, ya que sólo mencionas la parte racional, aunque podría ser evidente lo irracional, pero támbien creo que sería bueno mencionarlo. Y la pregunta que me surge es ¿qué otra cosa necesita el hombre aparte de su razón, para entender a Dios? según Orígenes.
ResponderEliminar¿cuál es la clave para la comprensión de Dios en Orígenes? Porque aunque se culmina con que es en Jesucristo, se ve el tema del amor, la libertad y la razón.
ResponderEliminarlA RAZON NO PUEDE EXPLICAR TODO, ESPECIALMENTE LAS COSAS QUE SE REFIEREN AL SENTIMIENTO.
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