Quizás no haya nada de extraordinario en que el hombre sea sabio y justo, pues la naturaleza lo ha dotado de dones maravillosos, pero gran cosa es que “animales irracionales posean por naturaleza algunas cualidades estimables y que tengan muchas y maravillosas excelencias que comparten con el hombre”[1].
Algunos animales tienen características y cualidades semejantes a la de los hombres, imitan de alguna manera sus comportamientos o muestran gran inteligencia durante su vida. Ejemplos de estos animales son los siguientes.
Existe un pez llamado el escaro, éste se caracteriza de los demás peces por ser “el más lujurioso, y su insaciable apetito de hembra es causa de su captura”[2]. A este pez lo conocen muy bien los pescadores, por lo cual, lo capturan fácilmente, basta poner de anzuelo a una hembra y esperar a los escaros, y al momento en que se acercan son atrapados y sufren la misma suerte que la hembra.
Los peces anthías, tienen una peculiar característica, éstos se ayudan unos a otros en los momentos de riesgo, por lo que son buenos y leales compañeros. Cuando uno de estos peces es atrapado por el anzuelo de un pescador, los demás van en su ayuda para romper con los dientes el hilo, y así salvarlo. “Aman sin haber sido enseñados: su amor es innato”[3] .
El mújol es un pez del cual se cree que domina su apetito y que vive con extrema moderación, ya que jamás ataca a un ser vivo para alimentarse, sino que él se come los peces muertos, pero antes de tomarlos los mueve con la cola para cerciorarse de que en realidad estén muertos.
Entre las abejas, las más viejas son de aspecto tosco, áspero y arrugado por la edad, sin embargo, éstas “son más expertas y hábiles, porque el tiempo las ha instruido en el arte de fabricar miel”[4]. Además este tipo de abejas son adivinas, ya que pueden conocer con anticipación la llegada de las lluvias y de los hielos.
Sin duda grande es el amor que las madres sienten por sus hijos, de esta forma, o aun más, es el amor que el delfín hembra siente hacia sus hijos, de modo que se llega a decir que este animal excede a todos los demás en el cariño que tiene hacia sus crías, pues ya que cuando uno de sus hijos es atrapado, ella no se asusta ni intenta escapar, al contrario, sigue a su hijo hasta el punto en que es atrapada juntamente con él, en lugar de huir para salvarse.
El sargo es un pez que tiene su guarida entre las rocas, por lo que está próximo de la tierra firme, este pez “se siente fuertemente atraído por las cabras”[5], de modo que si una cabra anda cerca de la playa, éste nada presuroso, y salta fuera del agua contento con el único deseo de tocar a la cabra. Este tipo de peces es fácil de atrapar por los pescadores, ya que ellos se visten con una piel de cabra, despellejada con sus cuernos, y esperan a que los peces se acerquen para ser atrapados, incluso con las manos.
“Se dice que el espinazo de un hombre muerto convierte al tuétano, una vez podrido, en una serpiente”[6], pero esto sucede solamente con el espinazo de los hombres malvados, y de ahí el origen de las serpientes.
En conclusión, pienso que este libro sobre la historia de los animales da un claro reflejo de la importancia que tomaron estas criaturas por las personas del siglo segundo, ya que en realidad emprendieron una búsqueda para ir conociendo a profundidad las características propias de ellos, así mismo como sus tipos de comportamientos, de los cuales no muchos se alejan de los propios al ser humano.
Bibliografía.
Eliano, Claudio, Historia de los animales, Libro I, Madrid, Gredos, 2002, pp. 301.
[1] Eliano, Claudio, Historia de los animales, Libro I, Madrid, Gredos, 2002, p. 5
[2] Ibidem, p. 7.
[3] Ibidem, p. 9.
[4] Ibidem, p. 13.
[5] Ibidem, p. 21.
[6] Ibidem, p. 37.
Este texto inevitablemente me pareció insólito, inusual, sin embargo, interesante. Me parece que los antiguos filósofos se debatían en una lucha intelectual por definir quién era el hombre y su papel en el mundo, por lo que una forma de entender esto era relacionando y comparando de maneras incluso estrambóticas como en el caso del presente texto. Buen aporte del hermano Jorge Luis Calderón
ResponderEliminarConsidero que tu aporte es muy interesante, ya que la explicación de las características de dichos peces se puede entender el gran trabajo filosófico que han realizado los hombres de antaña para dar una respuesta a lo que es el hombre. También se me hace relevante saber que algunos animales tienen características y cualidades semejantes a la de los hombres, imitan de alguna manera sus comportamientos o muestran gran inteligencia durante su vida.
ResponderEliminar