El conde Aurelio Teofrasto Bombasto de Hohenheim llamado Paracelso, nació en 1492 en Suiza, de antigua nobleza de Suabia. Fue médico y alquimista alemán, se opuso a Ficino, manifestó su lengua materna como lengua científica, es muy observador y cree que hay un microcosmos que es atravesado por fuerzas vitales. Su padre había abandonado su castillo y el oficio de armas para desposarse con una enfermera que trabajaba en un hospicio en Suiza. allí Paracelso vivió sus primeros nueve años junto a los pobres y enfermos rodeado de la naturaleza medicinal. Trabaja por un tiempo en las minas, quizás por ello si inserta al mundo del alquimismo, no considera la magia o la invocación de los santos para la curación de la enfermedades.
Sus grandes e importantes estudios los centra sobre la medicina. Obtiene una cátedra en la Universidad de Basilea pero los profesores le hacen la vida imposible por lo que abandona su puesto.
Después de viajar por muchos lugares investigando y escribiendo sus tratados, muere en Salzburgo en 1541, unos dicen que de cáncer en el hígado, otros que de una fractura de un hueso.
Sus escritos están en un dialécto alemán, de sintaxis sencilla, pero con términos técnicos abundantes (en especial, del latín), abundante en imágenes familiares y en pintorescas invectivas, entorpecidas por incesantes repeticiones y largos paréntesis oscurecidas por cambios de terminología, mezcladas con exhortaciones morales y religiosas.
Uno de sus principales temas fue el de las apariciones de enfermedades desconocidas por los antiguos y por los árabes y que exigía una terapéutica nueva.
Paracelso se mueve en un ambiente reformado, es decir, que le tocó vivir en tiempos de la Reforma, sigue de cerca a Lutero, el cual influye en Paracelso, sus escritos además de ser tratados puramente medicinales, también incluye, como ya dijimos, temas morales y religiosos sobre todo para manifestar el ambiente en que la Iglesia y el clero vivían y olvidaban sus finalidades primordiales: la atención a la sociedad o a los feligreses. Así mismo, da a entender el verdadero sentido que tiene el estudio de la medicina y de quien lo practica, pues es un medio de ayuda y entrega hacia con los demás. [1]
Uno de sus grandes tratados es el Cinco entes o el primer libro del Paramirum, el cual, vamos a analizar un pequeño fragmento que corresponde del capítulo II al IV: Tratado de la entidad del veneno.
Aquí en este pequeño tratado se habla de dos entidades, el primero: “Es de advertir que toda cosa es perfecta en la líneas de su propio ser y bien conformada en sí misma; pero puede ser mala con respecto a otra cosa.” [2] Cualquier cosa es perfecta por el hecho de existir pero en su necesidad de conservar su existencia o la de otro, se hace ayudar de otros medios, o mejor dicho, de otras cosas como una vaca que para alimentarse requiere de la hierba, ésta puede ser buena hasta cierto punto para el animal y en exceso puede llegar a ser “venenoso”, pero esto es, en relación a la vaca, mientras la hierba por sí misma es buena porque esa son, por expresarlo de alguna manera, su característica primordial, su esencialidad. “En esto está el fundamento de nuestra segunda entidad, la entidad del Veneno.”[3] La identidad del veneno surge a partir de la relación o el efecto que se da de una cosa en otra. Ya que Dios ha dotado de perfección a cada ser y nada en ella es mala o imperfecta.
En el capítulo III se nos habla de un Alquimista de la Naturaleza que puede distinguir el veneno que hay en el seno de lo saludable del cuerpo:
“Puesto que toda cosa es perfecta en sí misa, y puede ser veneno para otra, o bien saludable, nuestro raciocinio viene a parar, por tanto, a que Dios ha creado un Alquimista que está dotado de tal habilidad , que es capaz de discernir esos dos elementos o aspectos: el veneno contenido en el seno de lo saludable para el cuerpo.” [4]
Que en nuestro interior está la capacidad de poder distinguir cuándo una cosa puede ser dañina o beneficiosa para nosotros y que la requerimos en ciertas proporciones. Hemos de notar cuánta influencia de la medicina y alquimia recibe Paracelso en sus escritos y que los adecua para explicar ciertos elementos de su filosofía para dar a entender las entidades propias que estable: la del ser en perfección y la del veneno.
En el cuarto capítulo se nos platea el hecho de que todas las cosas son perfectas por sí mismas pero saludables o malas para quien las consume, en este caso pone el ejemplo de la hierba, entonces, porqué existen en ese orden de buenas o malas con relación a otros, a esto Paracelso dice:
“eso pone de manifiesto que lo ha hecho [Dios] para que así lo creado sea más rico que la misma creación. Esa es la razón de porqué ha creado las cosas de tal suerte que en toda cosa que ha de ser usada por otra está latente una virtud, fuerza o arte capaz de separar el veneno de lo saludable para el cuerpo y su alimentación.” [5]
Todo está constituido de forma que pueda mantenerse el orden establecido por Dios, ya que al haber un Alquimista, éste debe de llevar a cabo su labor separando el veneno de lo bueno de cada cosa para que podamos vivir y así se establece una cierto equilibro en el mundo al identificar lo que es bueno para cada ser y evitar lo que es malo.
[1] Belaval, Yvon, Historia de la filosofía, vol. 36, Siglo XXI, España, 1974, pp. 126-157.
[2] Tratado de la entidad del veneno, cap., II, 430, en Fernández, Clemente, Los filósofos del Renacimiento, BAC, Madrid, 1990, p. 230.
[3] Cap. II, 430, Idem.
[4] Cap. III, 431, Ibidem, p. 231.
[5] Cap. IV, 433, Ibidem, p. 232.
Bibliografía
Fernández, Clemente, “Paracelso”, en Los filósofos del Renacimiento, BAC, Madrid, 1990, pp. 230-323.
Me parece un tema interesante ya que abarcas la principal característica en Paracelso que es la medicina y lo que implica en su pensamiento. Solo una duda que me surge cuando hace la relación del mal y bien en las cosas, pero estas mismas ¿Se ven influenciados sólo por la entidad del veneno, u otro tipo?
ResponderEliminarMe queda claro que la naturaleza en sí misma es buena, y que los demás seres son aquellos que hasta cierto punto clasifican a una cosa por su bondad o maldad, según la relación que tengan con el ella, al igual se distingue que todos los seres vivos necesitan uno del otro, ya que cada ser por sí mismo no podría sobrevivir. Por tanto, hasta cierto punto puedo pensar que todos los seres son dependientes unos de otros, sin embargo esta relación puede ser dañina e incluso puede llevar a la destrucción del mismo hombre. Por otro lado me surge una duda, ¿qué cosas específicamente son veneno para el hombre? o ¿se concibe a todas las cosas como veneno?
ResponderEliminarMe parece que el tema del veneno está ampliamente relacionado con la gnoseología en el sentido de que se puede discernir hasta que punto algo puede ser dañino o no serlo. Mi pregunta respecto a este tema es: si es el hombre el que convierte las cosas en nocivas o venenosas para él o ya las cosas en sí mismas aunque sean buenas presentan esta ausencia de bien.
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