miércoles, 23 de mayo de 2012

Los Evangelios Gnósticos – La Controversia Sobre La Resurrección de Cristo




A decir verdad sobre Jesús y sus enseñanzas, siempre se ah tenido incertidumbre; ¡que es verdad y que es mentira¡ como podemos tomar las enseñanzas de Jesús o incluso si los Evangelios del Nuevo Testamento se deben ver en un sentido literal o netamente metafórico. A todo esto, un descubrimiento asombroso a puesto al mundo occidental y en particular ha la religión cristiana de vuelta hacia atrás, a vislumbrar su pasado y los cimientos de la institución de Pedro.
En diciembre del año de 1945 un campesino hizo un descubrimiento en el alto Egipto. Cerca de la región de Nag Hammadi, en una pequeña cueva, cuando el campesino se refugiaba, se topó con una jarra de barro que contenía trece papiros encuadernados en cuero. Estos papiros contenían conocimiento de los llamados cristianos gnósticos y se relataba otro tipo de enseñanza que Jesús había dejado al mundo. Entre los papiros se encontraban títulos tan controversiales como El Evangelio de la Verdad, El Evangelio de María, El Evangelio de Tomas, El Apocalipsis de Pablo, La Carta de Pedro a Felipe y El Apocalipsis de Pedro. 
            Los que escribieron e hicieron circular los textos no se consideraban a sí mismos herejes. Actualmente a estos cristianos se les conoce como gnósticos del griego gnosis, palabra que suele traducirse por conocimiento. Porque del mismo modo que a aquellos que dicen no conocer nada sobre la realidad última se les denomina agnósticos,  literalmente que no conocen, a las personas que si afirman conocer tales cosas se la llama gnósticas.[1]También podría traducirse por intuición, porque gnosis entraña un proceso intuitivo de conocerse a uno mismo. Y conocerse a uno mismo decían ellos, es conocer la naturaleza y el destino humano.
            Algunos afirman que los gnósticos, al interpretar la doctrina cristiana en términos de la filosofía griega, en cierto sentido se convirtieron en los “primeros teólogos cristianos”[2]. A esto actualmente la mayoría de los estudiosos coinciden en que lo que denominamos gnosticismo era un movimiento extendido que obtenía sus fuentes de varias tradiciones. No hay duda que los cristianos gnósticos expresaban ideas que los llamados cristianos ortodoxos (con esta palabra la autora se refiere a los cristianos de la Iglesia Romana, que apoyan la idea de la jerarquía, por designio divino ya que Jesús hablo con Pedro; y los obispos, sacerdotes y demás son sus sucesores) aborrecían. Por ejemplo, algunos de estos textos gnósticos se preguntaban sí todos los sufrimientos, trabajos y la muerte se derivan de los pecados humanos, los cuales, según los ortodoxos estropearon una creación que en principio era perfecta.[3]
            ¿Sera la resurrección, un símbolo simplemente o en realidad un dogma?, la visión de los cristianos gnósticos, se refiere a este suceso de la vida de Jesús como un suceso espiritual; dicen que no debe ser tomado en sentido literal, aunque por el contrario los ortodoxos afirman que los Evangelios dicen literalmente que Jesús resucitó al tercer día y que se les presento a los apóstoles. Aunque algunos de ellos al principio dudaron, Jesús les permitió tocarlo e incluso pidió que se le sirviera de comer para demostrar que no era un fantasma o una ilusión.
Quinientos años antes los discípulos de Sócrates habían afirmado que el alma de su maestro era inmortal. Pero lo que decían los cristianos era distinto y, en términos ordinarios, totalmente implausible[4]. Pero los cristianos gnósticos rechazaron la teoría de Lucas. Algunos gnósticos decían que la interpretación literal de la resurrección era la “fe de los necios”. El Evangelio de Felipe, expresa el mismo punto de vista y se burla de los cristianos ignorantes que interpretan la resurrección literalmente, “los que dicen que morirán y luego resucitaran están en un error[5]
Si las crónicas del Nuevo Testamento Podían servir de base para interpretaciones distintas, ¿Por qué los cristianos ortodoxos del siglo II insisten en interpretar literalmente la resurrección y rechazan todas las demás interpretaciones por considerarlas herejes?[6] Considera la autora puede tratarse de un problema político de aquellos tiempos.
Paradójicamente, que la doctrina de la resurrección de los cuerpos cumple también una función política esencial: legitimiza la autoridad de ciertos hombres que pretenden ejercer la dirección exclusiva de las iglesias como sucesores del apóstol Pedro. Ah partir del siglo II, la doctrina ah servido para validar la sucesión apostólica de obispos, base de la autoridad pontificia hasta nuestros días. [7] 
            ¿Cuál fue el vínculo entre el grupo reunido en torno a Jesús y la organización a escala mundial que, en plazo de ciento setenta años después de su muerte, se convirtió en una jerarquía de tres rangos: obispos, sacerdotes y diáconos?[8] Los cristianos de generaciones posteriores defendían la tesis de que dicho vínculo ¡era la pretensión de que el propio Jesús había vuelto a la vida! Los cristianos ortodoxos afirmaban que las apariciones posteriores a la resurrección, conferían autoridad a aquellos que las habían presenciado; y en consecuencia los que fueran sucesores de los apóstoles tenían el “derecho divino de la jerarquía”
            Los gnósticos a su vez reconocían implicaciones políticas en su teoría, se basaban en algunos escritos como el Evangelio de María. Este documento afirma que ah María Magdalena fue la primera en aparecérsele Jesús, incluso antes de tener contacto con los así llamados “Doce” (es decir los doce apóstoles, sustituyendo a Judas Iscariote). De esta manera los gnósticos confrontaban a los ortodoxos, apoyándose en decir que estos solo ofrecían a “los muchos” enseñanzas esotéricas; mientras que los gnósticos ofrecían su enseñanza a pocos y afirmaban que eran las enseñanzas secretas de Jesús.

BIBLIOGRAFIA

Pagels Elaine, 1988, Los Evangelios Gnósticos, México D.F., Editorial Critica
Meyer Marvin ed. 1986, Las Enseñanzas Secretas De Jesús, Barcelona, Editorial Critica.  



[1] Pagels Elaine, 1988, Los Evangelios Gnósticos, México D.F., Editorial Critica. Pp. 18
[2]Cf.  Ibíd. Pp. 30
[3]Cf.  Ibíd. Pp. 38
[4] Cf. Ibíd. Pp. 41 
[5]Cf.  Ibíd. Pp. 51
[6] Cf. Ibíd. Pp. 44
[7] Citax. Pagels Elaine, 1988, Los Evangelios Gnósticos, México D.F., Editorial Critica. Pp. 44
[8] Cf. Ibíd. Pp. 46

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